“Un amigo es alguien quien nos conoce pero nos ama de todas formas.” Fr. Jerome Cummings
Al igual que otras áreas, las niñas y los niños necesitan aprender y desarrollar habilidades sociales. El ser humano por naturaleza es sociable, desde temprana edad muestra interés por relacionarse con otros niños y adultos. La sonrisa es una respuesta natural y surge de manera espontánea desde recién nacidos.
En los primeros años de vida los niños se relacionan de manera desinteresada y sin prejuicios, no juzgan a los demás. Pueden identificar las diferencias sin emitir juicios. Prefieren relacionarse con compañeros afines a sus características de personalidad o gustos.
Para su desarrollo sano las niñas y los niños necesitan sentirse apoyados, guiados y amados. Aprenden sobre las reglas de socialización cuando se relacionan con otros niños: al comunicarse, interactuar, compartir, resolver sus diferencias y solucionar sus problemas.
Con la interacción y el juego van aprendiendo a compartir y respetar los límites de las demás personas. Entre los 4 y 5 años se vuelven más sociables y tienen desarrolladas las habilidades de aceptación, participación y cooperación. Tienen la capacidad y gusto por compartir con otros niños y disfrutar de la convivencia armoniosa por períodos más prolongados.
Generalmente los niños se preocupan por sus compañeros, especialmente cuando están tristes, enfermos, heridos o presentan mal comportamiento. Se alegran y disfrutan de los logros de los demás y tienen iniciativa para conversar o hacer algo útil en beneficio de sus compañeros. Demuestran su afecto y cariño abiertamente y gustan de invitar a sus amiguitos a jugar en su casa.