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En los últimos meses todos hemos superado días difíciles,  con la comprensión y acompañamiento de muchas voluntades. Tengo la certeza de que estaremos bien, si hacemos todos con responsabilidad y dedicación la parte que nos toca.

No nos agobiemos por agregar a nuestra lista de compras la mejor computadora, tableta o audífonos.  El reto más significativo de los docentes y padres de familia es lograr que los alumnos se muevan, se diviertan, pregunten, y exploren. Lograr favorecer la interacción, participación, conexión  y la retroalimentación necesaria para que sigan interesados y motivados por aprender.

No se trata de hacer por “cumplir”… ¿cumplir con quién?

No esperemos que nuestros alumnos se queden sentados frente a una pantalla escuchando de manera pasiva. No se trata de ocupar el tiempo de los niños. No se trata de cuántas actividades hacen al día.

Hoy más que nunca las actividades deben tener una clara intención pedagógica, que capte la atención y favorezca la concentración de los niños, que las actividades propuestas sean dinámicas, si el niño se aburre no aprende.

PACIENCIA, BUENOS  HÁBITOS, Y EMPATÍA son indispensables, la actitud positiva y el esfuerzo de todos tiene gran importancia en estos días. Es necesario aprender a vivir con lo que nos tocó vivir,  no tenemos muchas opciones, solo si nos adaptamos y hacemos lo que corresponde estaremos bien.

Evitemos las comparaciones, agobios innecesarios, comentarios desalentadores por la situación actual. Es normal que tengamos diferentes emociones, nosotros y nuestros hijos estamos aprendiendo en tiempos difíciles para todos.

Los padres de familia, estarán ahora más familiarizados con lo que los niños aprenden y cómo lo hacen.  Sus observaciones serán de gran valor para la retroalimentación al docente y para la detección oportuna de dificultades en el desarrollo y aprendizaje.

¿Cómo hacemos para aprovechar este tiempo de la mejor manera posible? Lo mejor que tenemos es a nosotros mismos, si no sabemos aprendamos. Si no podemos solos pidamos ayuda,  siempre hay opciones.

Nuestros niños y jóvenes nos necesitan fuertes, claros y solidarios. Necesitan nuestro ejemplo para tener la certeza de que al paso de los días todo va a estar bien. Tiempos distintos exigen comportamientos distintos.

Sigamos cuidándonos y  haciendo de este tiempo algo especial para nosotros y nuestras familias.