A los tres años de edad los niños y las niñas suelen mostrarse ambivalentes entre actuar de manera autónoma y buscar la ayuda de los demás en varias actividades, aún necesitan nuestra atención y apoyo constante.
Generalmente son alegres, exploradores, inquietos, curiosos y cariñoso. Su percepción está centrada en ellos mismos, no poseen aún la habilidad para tomar en cuenta el punto de vista del otro.
También pueden mostrarse enojados, obstinados, egoístas, egocéntricos, rebeldes, berrinchudos, y hasta agresivos. Necios y demandantes entre otros comportamientos. Tienden a presentar marcada ambivalencia emocional (estado de ánimo en el que conviven emociones opuestas: una situación me genera ambivalencia cuando me causa satisfacción y, al mismo tiempo, dolor). Pueden moverse con rapidez de un estado de ánimo al otro extremo.
Gran parte de estas características corresponden a la edad y tienden a ser “transitorias” conforme avanzan en madurez, y cuando reciben apoyo y retroalimentación adecuada del ambiente.
Aprenden observando, imitando, y haciendo. Aprenden a través de sus sentidos: escuchando, viendo, oliendo, tocando, probando. La experiencia física se adquiere con la manipulación de los objetos; interactuando con el mundo físico. Aprenden jugando, al jugar con los objetos abstraen sus propiedades físicas. Las semejanzas, las diferencias, la funcionalidad, los materiales, etc. Y esto les permitirá elaborar nuevos conceptos.
Muestran agrado por cantar, brincar, armar, dibujar, tocar, trepar, amasar, bailar. Requieren tiempo para observar y hacer las cosas por ellos mismos. Disfrutan explorar y actividades al aire libre. Ensayan repitiendo vocablos nuevos y palabras sin sentido, “groserías” y todo lo que les resulte novedoso.
Suelen darle “vida” a los objetos y a lo que se mueve (animismo) y suponen que son reales los cuentos y las historias (realismo). pueden establecer monólogos jugando.
¿Cómo podemos apoyarlos en esta edad? Siempre debemos tener presente las características de la edad:
Necesitan nuestra paciencia, tiempo compartido (para explorar, para experimentar, para observar).
Necesitan adultos flexibles y persuasivos. Necesitan rutinas y constancia.
Requieren de ambiente tranquilo, y seguro.
Necesitan reglas y límites claros y nuestra constancia
A esta edad son inestables en sus emociones y compor- tamientos, mucho ayuda ser adultos estables, respetar y ayudar a los pequeños a sobrellevar sus emociones de manera tranquila y respetuosa.
Evitar usar premios y castigos.
Elige tus batallas/ que es importante aquí y ahora.
Ellos son los niños y nosotros los adultos, los guías, los que sabemos como…No teman afrontar las rabietas de sus hijos, tampoco al hecho de ser juzgados por los demás. Los pequeños necesitan adultos que muestren seguridad y tranquilidad en lo que debe hacerse en todo momento.
Eviten largas explicaciones, es más valioso actuar, con respeto y prontitud. Al hacerlo estamos ayudando que nuestros pequeños desarrollen confianza en ellos mismo y en su ambiente. De esta manera ellos saben que esperar, y les damos guía clara para su comportamiento.